Recientemente
hemos conocido la información de que Costa Rica redibujará el mapa de sus
regiones, luego de 49 años sin cambios.
Se argumenta que el mapa político del país basado en provincias con criterios un
tanto desfasados, había sido modificado hace casi medio siglo cuando se
emprendió el criterio de las regiones de planificación.
Esa modificación ocurrida en 1975, con la ley de Planificación Nacional,
generó un nuevo mapa del país pero ahora marcado por elementos socioeconómicos
con la intención de dar un mejor abordaje de las políticas públicas, con un
enfoque más local. Fue así como nacieron
las regiones: Central, Chorotega,Huetar Norte, Huetar Atlántica,Pacífico
Central y Brunca
Se afirma que luego de casi medio siglo los criterios que se usaron para
esa repartición han cambiado y tocará hacer un remozamiento del esquema de regionalización
de Costa Rica. La labor de
replanteamiento de las regiones estará a cargo del Ministerio de Planificación
Nacional (Mideplán).
Para evidenciar las desigualdades que existe entre lugares de
diferentes provincias del país, las autoridades de Mideplán brindaron algunos
ejemplos, como que San Vito de Coto Brus tiene poco en común con las Islas del
Golfo de Nicoya, pero ambos pertenecen a la provincia de Puntarenas. Lo mismo
ocurre entre la zona de residenciales de La Guácima con los pueblos de Los
Chiles que limitan con Nicaragua, tienen poco en común pero ambos son de
Alajuela. Otro ejemplo surge al comparar las áreas más rurales de la Zona de
Los Santos con la alta densidad de población de Tibás, nada en común, pero
ambos están en San José.(ElObservador.com,29-4-2024)
En una situación similar, se presenta con las diferencias de las
áreas urbanas de Heredia, como Belén; San Joaquín y Santo Domingo y las
diferencias con las condiciones del cantón de Sarapiquí, aunque ambas
pertenecen a la provincia de Heredia.
También existen diferencias importantes entre
cantones ubicados en una región y pertenecientes a diferentes provincias, como
el caso de Pérez Zeledón que pertenece a San José y los demás cantones de la
región Brunca a la provincia de Puntarenas, donde muchas veces sus habitantes
han dicho “yo me siento de todo lado menos de San José, o me siento de todo
lado menos de la Zona Sur,” explorar esas dinámicas y construir un documento de
esquema de regionalización que permita adecuar y actualizar esas nuevas
dinámicas que hay en nuestro país que son muy distintas a las de 1975, son los
propósitos de Mideplan.
Lo mismo ocurre, como el caso de San Carlos y sus diferencias con los
demás cantones de la región Huetar Norte, de Upala, Guatuso y los Chiles o la
ubicación del cantón de Río Cuarto en la región Norte, todos pertenecientes a
la provincia de Alajuela.
Disparidades regionales, se pueden constatar en la misma región Central,
con la coexistencia de cantones de alto desarrollo como Escazú y Santa Ana y su
proximidad con cantones rurales y de bajo desarrollo como Mora, Puriscal,
Acosta y Turrubares, pertenecientes a lo que se conoce como la región Central
Sur.
El Ministerio de Planificación, ha confirmado que la división política
del país no va acorde a las verdaderas realidades que enfrentan diferentes
lugares, lo que genera la necesidad de focalizar esfuerzos según las necesidades
más locales.
Entre los parámetros a revisar estarían las condiciones
sociales, las áreas de conservación, las áreas fronterizas, las áreas costeras
o los territorios indígenas.
No obstante la validez de esta iniciativa de Mideplán, para ajustar
o adecuar la conformación de las regiones del país, debe trascender el enfoque
de regiones administrativas hacia el enfoque de desarrollo territorial, donde
las características de los territorios desde el punto de vista geográfico,
histórico, demográfico y socioeconómico, sean las que definan la afinidad,
interrelación y conformación geosociohistórica de los territorios regionales.
Junto a la incorporación de las características
multidimensionales de los territorios, es imperativo proponer una nueva organización
territorial dirigida a superar las brechas regionales existentes entre la Gran
Area Metropolitana(GAM) y las regiones periféricas rurales, costeras y
fronterizas y los desequilibrios al interior de las mismas regiones periféricas,
entre sus zonas centrales y ciudades más desarrolladas(como Liberia,San Carlos
y Pérez Zeledón) y las zonas rurales y
costeras circundantes.
Se ha insistido en que la
distribución de las actividades económicas y su concentración responden a un
modelo de desarrollo que se ha reproducido por más de 5 décadas en las 4
provincias centrales, limitando la integración de las regiones periféricas y
prácticamente excluyéndolas del desarrollo nacional.
Así mismo, varios análisis del
desarrollo nacional, han expuesto reiteradamente que este desarrollo desigual e
inequitativo es insostenible, el Informe del Estado de la Nación 2020 señala
que la red productiva nacional es altamente dependiente de la región
Central-GAM y del sector comercio y transporte y que urge atender la
desconexión entre ésta y las regiones fuera de aquella región, (así como)
fortalecer las interacciones para fomentar la actividad económica en ambos
casos.(InformeEstadodelaNación,2020,p.29).
Por su parte, el estudio de actualización de la
Matriz Insumo-Producto (MIP) de Costa Rica realizado por Banco Central de Costa
Rica en el 2021, había señalado que en nuestro país, la producción se
especializa por zonas geográficas, así los cantones se diferencian en el valor
agregado que aportan según las actividades económicas predominantes dentro de
sus límites.
De acuerdo a ese estudio se observaron diferencias marcadas en la estructura
productiva dentro y fuera de la GAM, la primera más concentrada en servicios y
manufactura, mientras la segunda en agricultura y turismo, mientras el comercio
es predominante en casi todo el país.
La actividad de manufactura está concentrada en los cantones de la GAM,
donde Alajuela, San José, Heredia, Cartago son las principales áreas, junto a
cantones como Desamparados, Goicoechea, Grecia y la Unión. De las
regiones periféricas sólo Puntarenas y San Carlos tienen alguna importancia en
esta actividad.
Mientras que las actividades como la agricultura, producción de energía
y suministro de aguas y minería se desarrollan primordialmente fuera del Gran
Área Metropolitana (GAM).
Específicamente, la
agricultura está dominada por San Carlos, Pococí, Matina, Limón, Siquirres,
Sarapiquí, Guácimo, con cerca de un 45 % de la producción nacional, todos ellos
cantones de las regiones Periféricas y en su mayoría dedicada a los
monocultivos del banano, la piña y la ganadería;
Por su parte, el Indice de
Competitividad Nacional(ICN, mostró que un total de 48 cantones (59% del
total), incluidos todos los ubicados en las provincias costeras (con excepción
de Esparza), apenas tienen condiciones que se calificaron como emergentes,
limitadas o deficientes del todo.
La medición de ICN evidencia una
marcada distinción entre cantones centrales y periféricos del país. “Sigue un
patrón de adentro hacia afuera”, al igual que la mayoría de indicadores de
progreso o desarrollo social de Costa Rica, según detalla el informe. (Nación.com,11-11-2021)
Las barreras en materias como el acceso a la tecnología y la educación,
así como el deficiente desarrollo en la infraestructura que enfrentan los
cantones más alejados de la región central, asfixian sus niveles de competitividad
en comparación con los territorios ubicados en el interior.
Diversos índices de desarrollo cantonal, han
permitido constatar las desigualdades y desequilibros socioeconómicos
existentes, así el Indice de Desarrollo Humano Cantonal 2021 reveló
como los cantones costeros, fronterizos y rurales que pertenecen principalmente
a las provincias de Limón, Puntarenas, Guanacaste y Alajuela son los que
muestran los peores indicadores de desarrollo humano
Así
en lo que respeta al Indice de Desarrollo Humano por Desigualdad, los 10
cantones con los indicadores más bajos son Matina, Talamanca, Buenos Aires,
León Cortés, La Cruz, Los Chiles, Tarrazú,Hojancha y Dota, de los cuales 3 son
costeros, 3 son fronterizos y 4 son rurales.
Se incluyen entre los 25 con el
índice más alto de IPM, Matina, Golfito, Siquirres, Limón, San Carlos,
Corredores, Bagaces, León Cortés, Aguirre, Dota, Pococí, Puntarenas, Nicoya,
Nandayure y Parrita, de los que 10 son costeros, 7 fronterizos y 8 rurales.
(SurcosDigital.com,2022)
De acuerdo con lo anterior, los cambios en la regionalización
del país no se deben reducir a un reordenamiento geográfico o a la redefinición
de las regiones para que se fortalezca la presencia de las instituciones en cada región y al
decir de Mideplán trabajar mejor las políticas públicas y descentralizar los
presupuestos para dar los financiamientos más adecuados.
Ya existen acciones favorables a lograr el replanteamiento de la
mencionada regionalización, tales como la aprobación de la Ley de Desarrollo
Regional del 2021, que tiene como finalidad impulsar el desarrollo regional en
Costa Rica, para la mejora de las condiciones y la calidad de vida de toda la
población, respetando las particularidades culturales, sociales, económicas,
ambientales y el aprovechamiento de las sinergias y potencialidades propias de
cada región, en un contexto de participación democrática. Asimismo, reducir
progresivamente los desequilibrios regionales mediante el diseño y la
implementación de políticas públicas diferenciadas e incluyentes.
En esa dirección está la ley para
ampliar la operación de las zonas francas en algunas zonas fuera de la GAM,
impulsada en los últimos años y que ha dado lugar a la creación de estos
centros industriales y de servicios, en lugares como Grecia, Orotina y Esparza.
Estas iniciativas, aducen que se pueden mejorar las condiciones de
crecimiento, competitividad e innovación en las diversas regiones del país,
para garantizar el cierre de brechas estructurales que afectan negativamente la
calidad de vida y el arraigo de sus habitantes.
Sin embargo, su mayor carencia es la ausencia de un enfoque de
desarrollo territorial, que defina las dinámicas territoriales que se pretende
generar en cada región y cómo éstas están en función de que los
espacios regionales se conviertan en escenarios de crecimiento económico,
inclusión social y sustentabilidad ambiental.(Berdegué,J.et al,Rimisp,2015).
La realidad de brechas y desigualdades
territoriales, demanda una perspectiva
de desarrollo autocentrado en las características territoriales, con un
carácter endógeno y participativo que permita que los distintos actores
sociales, económicos, públicos o privados definan las acciones necesarias para
conducir los cambios estructurales que necesita un territorio concreto.
Es imperativo la generación de opciones
productivas, empleos de calidad, infraestructura y servicios en territorios
periféricos, los cuales han estado concentrados en los centros urbanizados e
industrializados donde se aglomera el empleo formal y la institucionalidad
gubernamental.
Ante el escenario de desigualdades regionales, el rezago
y marginación social, Mideplán debe avanzar a la definición de una estrategia de desarrollo territorial
centrada en los recursos y potencialidades de los territorios y regiones
periféricas.
Dicha estrategia
supone una nueva ruta para la transformación económica y territorial
costarricense basada en la necesidad de dinamizar las actividades productivas y
capitalizar las oportunidades inherentes al territorio.
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