En una noticia de ayer 15 de abril, se dio a conocer que la producción nacional de cebolla disminuye mientras que las importaciones llegan a su punto más alto, a la vez que productores nacionales reclaman que esta actividad va a desparecer debido a las importaciones. Según esta información, las toneladas métricas pasaron de 45.585 en el 20223 a 35.788 en el 2024, con una disminución del 21.5%, considera como una caída significativa por el CNP.
Este dato sobre
la reducción de la producción de cebolla, se encuentra probablemente ya entre
los niveles mínimos a los que puede llegar la producción nacional de este
cultivo en el país, situación sobre la que se ha venido alertando desde hace
varios años.
El año
anterior, en el análisis de los cambios en la Encuesta nacional agraria 2023,
se mencionaba la tendencia al deterioro de la actividad agrícola y la
aproximación a la producción mínima en las principales actividades agroalimentarias.
Se decía
que esta reducción en el área cultivada y también en la producción de las
actividades agrícolas, podría estar llegando al límite mínimo(piso) de
producción nacional de ciertos alimentos y que un descenso mayor en ellos,
podría llevar al desabastecimiento y al aumento de la importación como ha
ocurrido con el arroz, el maíz y el
frijol o al aumento en el ingreso de productos como ha ocurrido con la cebolla
y la papa, situación que tiene implicaciones en la salida de productores de la
actividad, sobre el empleo agrícola y sobre la disponibilidad de alimentos y la
seguridad y soberanía alimentaria del país y sobre el uso de las tierras
agrícolas en otras actividades en algunas regiones periféricas del país.(Surcos,1-10-2024)
En los
últimos meses la disponibilidad de cebolla, se ha introducido en ese círculo
perverso, de disminución de la producción nacional, aumento de las
importaciones y aumento de los precios al consumidor, en que había ingresado
unos meses antes también la actividad de la papa y que entre las Autoridades
del sector agropecuario nadie quiere explicar y menos atender.
Se informa al mismo tiempo, que el año pasado se dio un aumento
en la importación de cebollas, es decir, de las que se producen en otros países
y se traen a Costa Rica, ya que las importaciones pasaron de 1.663 toneladas
métricas en el 2023 a 8.290. toneladas métricas en el 2024,
una cifra nunca antes vista.
Los datos recientemente publicados por el CNP indican que este comportamiento
al alza en las importaciones parece mantenerse en el 2025. Solo
durante enero y febrero se han traído al país 2.322 toneladas, más que todo lo
que se importó en cada uno de los años previos al 2023.
Por su parte, el análisis
realizado por el CNP también demuestra que hay un aumento sostenido
del precio de la cebolla fresca en Costa Rica. De esta forma, el precio
promedio por kilo
que se paga al productor pasó de ¢800 en el 2021 a ¢1.180 en el 2024 y
en ese mismo
periodo en el Cenada el precio del kilo subió de ¢844 a ¢1.369.
Pero aún más pronunciado ha sido el
aumento en el 2025, pues el incremento en las ferias se movió de ¢1.127 a
¢1.927 por kilo, mientras tanto en los supermercados pasó de ¢1.456 en el 2021
a ¢1.962 en el 2025.
Al respecto, la mejor definición de lo que está ocurriendo en la
actividad de la cebolla, la dió un agricultor de Tierra Blanca de Cartago,
cuando en la misma información, dice que nunca había pasado por una situación
tan complicada como la actual, que el mercado nacional no está absorbiendo la
producción nacional, porque el Cenada y los supermercados prefieren importar
cebolla que comprarle al nacional.
Desde su punto de vista, durante los últimos meses un grupo de
importadores se dieron cuenta de que la cebolla es un buen negocio y es un
producto de venta masiva. Debido a esto,
el mercado nacional se ha inundado de cebolla de Perú, Nicaragua y Estados
Unidos. Mientras tanto, la cantidad de agricultores de cebolla está
disminuyendo a una velocidad de 5% al año, según cálculos del sector cebollero.
“Eso es un desplazamiento de
la producción nacional (…) Y cuando ellos (importadores) dominan
la oferta dominan el precio”, afirmó otro productor de San Ana. La lógica es
clara y contundente, producir menos para importar más y que los importadores
obtengan grandes ganancias en el comercio del producto.
Pero según, la misma información, la cebolla no es el único
fruto cuya producción está bajando en Costa Rica. Las encuestas agrícolas desde el año 2020, han
señalado que las extensiones de terreno con sembradíos de arroz, frijoles y
maíz en Costa Rica alcanzaron
nuevos mínimos. La cantidad de hectáreas
sembradas de granos básicos en Costa Rica pasó de 154.658 en el año 1990 a
36.226 en el 2023, donde la disminución es del 75%.(El
Observador.com,15-4-2025)
Sin embargo, mientras las actividades agroalimentarias para el
consumo interno alcanzan niveles mínimos, las Autoridades actuales del sector
agropecuario, miran hacia otro lado y distraen su labor en la formulación de
una política para el sector agropecuario 2023-2032, en la presentación en mayo
del año anterior de un informe en cadena nacional, que denominaron el Agro es
fundamental para la Administración Chávez: seguiremos trabajando por su
competitividad y avance y a inicios de este año, en la emisión de un decreto para
autorizar la importación de papa y cebolla..
Ante esta disociación entre la realidad de la producción
agroalimentaria y la acción institucional del sector Agropecuario, vuelve a
cobrar validez la investigación realizada el año anterior por la Defensoría de
los Habitantes sobre el acceso a la Seguridad Alimentaria y Nutricional, que
entre sus conclusiones afirmaba que el país
disminuyó su capacidad de autoabastecimiento de productos básicos para la
alimentación y el principal factor es la falta de políticas públicas que apoyen
a los sectores productivos.
Así
mismo son reiterativas, pero oportunas las consideraciones incluidas en el
artículo denominado El SOS de la producción agroalimentaria interna y
de la seguridad alimentaria(Surcosdigital.com18-3-2024), acerca de la necesidad de la formulación
de una ley nacional de seguridad y soberanía alimentaria y nutricional, que
proteja la producción agroalimentaria de los cambios en las políticas internas
de desestimulo a la producción nacional y de estímulo a las importaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario