Diversas
organizaciones del Sector Agropecuario, como Upanacional, la UPIAV, la UNAG, la
Corporación Hortícola, el Foro Nacional de Cooperativas y otras Asociaciones de
productores y centros agrícolas, están convocando en representación de los
productores agropecuarios del país a la Marcha nacional en apoyo al Sector
Agropecuario el 29 de marzo próximo, por una política de apoyo al sector
agropecuario que asegure el desarrollo productivo y social y la soberanía
alimentaria costarricenses
En
enero de este año durante la presentación de la política agrícola 2023-2032, miembros
del sector agropecuario le exigieron al Poder Ejecutivo una mayor atención de
sus necesidades para reactivar su actividad económica. En esa ocasión cámaras productivas,
cooperativas agrícolas y agricultores independientes solicitaron al Gobierno su
apoyo para enfrentar las consecuencias del cambio climático, mayor acceso al
financiamiento, apoyo para la investigación y desarrollo y asistencia técnica
para mejorar su competitividad. (CRhoy 26-1-2023)
Y
es que la actividad agropecuaria ha venido en una caída constante en los
últimos años, que según el Indice de Actividad Agropecuaria(IMAGRO) a diciembre
del 2022, presentó caída del -2.1
interanual, atribuible en buena medida a la caída del -9.8% en la producción
agrícola y en menor medida en la pecuaria con el 0.6% y en la exportación con
un 1%.(CNAA,comunicados,2022)
Previamente la variación interanual había sido del -3,5% entre
junio 2021 y junio del 2022, según datos del Índice Mensual de Actividad
Económica.
En ese
momento, el Presidente del Banco Central señaló que “la mayor afectación se
presentó en productos exportables como banano y piña dadas las tensiones
geopolíticas derivadas del conflicto entre Rusia y Ucrania. La producción de
productos exportables se redujo 8%, la mayor caída desde julio de 2015”.
Por su
parte el Presidente de la Unión Pequeños Productores Agropecuarios
Costarricenses reconoció que “este ha sido un año muy difícil para el productor
agrícola ya que los insumos están afectando nuestros costos de producción pero
también, subieron los servicios públicos como electricidad, combustibles y el
agua”.(LaRepublica.net,18-8-2022)
Hay que
recordar que en el año 2019 la Alianza Nacional Agropecuaria(ANA) que incluía
también a la Cámara de Agricultura y Agroindustria, (que ahora no va a
participar), elaboró un planteamiento al Gobierno, que incluía entre otras
solicitudes, la introducción de los pequeños y medianos productores en las
cadenas de comercialización, la aplicación de los instrumentos legítimos de
defensa comercial, la disminución del impuesto único de los combustibles, la
reducción de las tarifas eléctricas y portuarias y el aseguramiento de los
productores ante la CCSS, aduciendo poca voluntad política del Gobierno para
atender las dificultades de la producción de alimentos.
Debido a
lo anterior, la Marcha Nacional en apoyo al Sector Agropecuario, no debiera ser
una marcha más, como las que han realizado las organizaciones del sector a lo
largo de varias décadas, si no debiera convertirse en un movimiento permanente en
demanda de políticas que reviertan el deterioro del sector y el
desmantelamiento de la institucionalidad sectorial pública.
Porque la
problemática del sector y en particular la del sector de la pequeña y mediana
producción alimentaria para el mercado interno, no es coyuntural, ni provocada
por la pandemia o por la crisis derivada de la guerra en Ucrania.
La
problemática de este sector tiene un carácter estructural, responde como se ha
mencionado en artículos anteriores, a que el sector dejó de ser un sector
económico estratégico desde la década de los 80, con excepción de la
agroexportación y a que la producción interna de alimentos ha sido considerada
una actividad marginal para los sucesivos Gobiernos.
Desde
entonces existe una transformación pendiente de la actividad, hacia
una agricultura más sostenible e incluyente y menos dependiente de los insumos
importados, que el Gobierno actual dominado por los importadores, con sus
decretos para reformar el Ministerio de Agricultura, para promover la ruta del
Arroz o la aprobación del proyecto para la importación de nuevas moléculas de
insumos agropecuarios, no pretende apoyar o favorecer.
Es oportuno dimensionar que el sector agropecuario, genera el
15% del PIB ampliado, el 40% de las exportaciones, el 11% del empleo a nivel
nacional y el 29% del empleo en las zonas rurales y que dedica más de 1,5
millones de hectáreas a actividades agropecuarias(480 mil a cultivos agrícolas
y 1,1 mills. a pecuario),(cnaacr.com), no puede ser atendido con improvisación
o con acciones parciales.
La actividad agropecuaria, agroindustrial y pesquera, es una
actividad estratégica amenazada por el descenso en las áreas productivas, por
el bajo nivel tecnológico, los bajos rendimientos, la escasa rentabilidad, los
problemas de precios y de mercados, la inestabilidad en la producción de
alimentos, al que ahora se suma la amenaza de la incorporación a la Alianza del
Pacífico y la apertura al comercio con países que disponen de una mayor
competitividad agrícola.
No es posible olvidar que los pequeños y medianos productores
han sido golpeados por muchas situaciones en los últimos años, han sufrido
caída de los mercados nacional e internacional, el aumento de los precios de
los insumos y combustibles, la crisis económica generada por el covid-19 y los
desastres naturales y aún así, los productores han continuado generando el
alimento de toda la población.
Como lo mencionó en su momento el exministro
Alvarado de Agricultura, la producción agrícola no es un negocio nada más, es
una forma de vida en la cual la gente está incorporada, tiene historia,
tradición y eso es lo que la gente hace”, (Alterdescr.octubre,2020)
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